
El cáncer es una de las enfermedades más temidas en todo el mundo, y también una de las más rodeadas de mitos y desinformación. En la era digital, donde circulan miles de mensajes en redes sociales, es fácil confundirse entre lo que es cierto y lo que no.
En este artículo, desmentimos algunos de los mitos más comunes sobre el cáncer y te contamos lo que dice la ciencia, con base en evidencia médica y fuentes confiables.
Mito 1: «El cáncer es contagioso»
Realidad: El cáncer no se contagia
El cáncer no se transmite de persona a persona como un resfriado o una gripe. Sin embargo, algunos virus relacionados con el cáncer sí pueden ser contagiosos. Por ejemplo, el Virus del Papiloma Humano (VPH) puede causar cáncer cervicouterino, y el virus de la hepatitis B y C puede aumentar el riesgo de cáncer de hígado. La clave está en prevenir esas infecciones, no en evitar el contacto con personas con cáncer.
Mito 2: «La biopsia hace que el cáncer se disemine»
Realidad: Las biopsias no propagan el cáncer
Este mito ha generado miedo innecesario. Las biopsias son procedimientos seguros y necesarios para obtener un diagnóstico preciso. No hay evidencia científica que demuestre que realizar una biopsia haga que el cáncer se «riege» o avance más rápido. De hecho, sin biopsia no se puede confirmar un diagnóstico ni iniciar tratamiento.
Mito 3: «Los celulares y microondas causan cáncer»
Realidad: No hay evidencia científica concluyente
Hasta ahora, no existen pruebas sólidas de que el uso de teléfonos celulares, hornos de microondas o WiFi cause cáncer. Las investigaciones continúan, pero los estudios actuales no han demostrado una relación directa. Los celulares emiten radiación no ionizante, la cual no tiene la energía suficiente para dañar el ADN como sí lo hace la radiación ionizante (como la de rayos X).
Mito 4: «El cáncer siempre es hereditario»
Realidad: Solo un 5 a 10% de los cánceres son hereditarios
La mayoría de los casos de cáncer no se deben a factores genéticos heredados, sino a mutaciones adquiridas a lo largo de la vida por causas como el tabaquismo, dieta poco saludable, exposición a sustancias tóxicas, etc. Tener un familiar con cáncer puede aumentar el riesgo, pero no significa que lo desarrollarás con certeza.
Mito 5: «Los tratamientos son peores que la enfermedad»
Realidad: Los tratamientos han avanzado enormemente
Es verdad que algunos tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia pueden tener efectos secundarios, pero los avances médicos han hecho que hoy sean mucho más efectivos y tolerables. Además, existen muchas terapias personalizadas e inmunoterapias que han mejorado la calidad de vida de los pacientes y sus resultados a largo plazo.
Mito 6: «Si no hay síntomas, no hay cáncer»
Realidad: Muchos cánceres no presentan síntomas al inicio
Esta es una de las razones por las que el cáncer se diagnostica en etapas avanzadas. Algunos tipos de cáncer pueden desarrollarse en silencio, sin causar molestias evidentes al principio. Por eso, los chequeos médicos regulares y estudios de tamizaje (como la mastografía, colonoscopía o el Papanicolaou) son esenciales para detectar el cáncer a tiempo.
Mito 7: «Comer azúcar alimenta al cáncer»
Realidad: El cáncer no se alimenta directamente del azúcar
Todos los tejidos del cuerpo, incluyendo las células cancerosas, utilizan glucosa como fuente de energía. Pero no hay evidencia de que eliminar completamente el azúcar detenga el cáncer o lo «mate». Lo que sí es cierto es que una dieta equilibrada puede ayudar al cuerpo a tolerar mejor los tratamientos y mantenerse fuerte.
¿Por qué es importante desmentir estos mitos?
Los mitos sobre el cáncer pueden llevar a:
- Diagnósticos tardíos
- Abandono del tratamiento
- Ansiedad innecesaria
- Desconfianza en los profesionales de salud
Promover información basada en ciencia y evidencia médica permite tomar mejores decisiones, evitar el miedo injustificado y actuar a tiempo.
Infórmate con fuentes confiables
La mejor herramienta contra el cáncer es el conocimiento. Desmentir estos mitos ayuda a crear una cultura de prevención, respeto y empatía hacia los pacientes. Si tienes dudas, consulta con un oncólogo certificado y evita guiarte por lo que circula en redes sin respaldo científico.
